sábado, 1 de octubre de 2016

Cigüeñas

En una gran compañía industrial donde uno de los trabajadores destaca especialmente por su eficiencia, ganándose la admiración de muchos y la envidia de unos pocos, aquél se verá comprometido cuando accidentalmente se ve implicado en la intrusión en su mundo de una indeseada niña humana; obligado a deshacerse de ella tratará de llevarla inadvertidamente con su familia con la ayuda de alguien más, y en el transcurso del accidentado viaje la candidez de la niña cambiará para siempre sus vidas y su visión de las cosas. ¿Os suena este argumento? En efecto, es la historia de "Monstruos S.A." (2001) de Pixar, pero es también la misma historia de fondo de la primera película original de Warner Animation Group, que se estrena bajo el título "Cigüeñas" y, como vemos, no resulta realmente tan original. En cualquier caso, esta película extremadamente cuqui está técnicamente bien ejecutada y cuenta con unos personajes simpáticos y una suficiente dosis de acción mezclada a partes iguales con comicidad y ternura, que procurarán un buen entretenimiento a los peques y en alguna medida también a sus padres.


Escrita por Nicholas Stoller (conocido por participar también en los guiones de las dos películas más recientes de los Teleñecos y en "Turbo"), que la co-dirige junto al veterano de Pixar Doug Sweetland ("Presto"), la historia de la película se desarrolla en una gran compañía donde las cigüeñas, que antes repartían bebés pero han dejado ya de hacerlo debido a la peligrosidad de la tarea, entregan ahora paquetes por todo el mundo; Junior, la mejor cigüeña repartidora de la compañía, está a punto de conseguir un ascenso cuando una trabajadora llamada Tulip a la que tenía que haber despedido, una húerfana que es la única humana de la compañía, activa accidentalmente la Máquina de Producción de Bebés, que fabrica a una adorable niña totalmente no autorizada. Desesperado por entregar este problemático paquete antes de que el jefe Hunter se dé cuenta, Junior y su amiga Tulip se apresuran para hacer su primera entrega de un bebé en un viaje salvaje y revelador que podría afectar a la integridad de más de una familia y restablecer la verdadera misión de las cigüeñas en el mundo.
Basándose en una historia de fondo que es  poderosamente parecida a la de "Monstruos S.A.", carece de la profundidad y brillantes diálogos de aquélla, así como de un villano tan aterrador como Randall, y cede en cambio a diálogos ligeros (barriobajeros incluso teniendo en cuenta que se dirige a un público infantil) y a cierto desorden narrativo que desemboca en un ritmo irregular, a la vez que desarrolla un mensaje algo simplista: pone en valor el sentimiento de pertenencia a una familia apoyándose en la llegada de un bebé como elemento estructurador, pero parece desconocer que haya otros tipos de familia, como familias con un solo hijo donde éste puede ser feliz e incluso familias sin hijos. En todo caso, no está desprovista la película de intermitentes momentos de humor y secuencias realmente ingeniosas, como aquellas en que una manada de lobos es capaz de convertirse en prácticamente cualquier cosa - desde un puente hasta un submarino o un avión - o una batalla que se desarrolla intentando no hacer ruido para no despertar al bebé protagonista.




Gráficamente nos encontramos con una película colorista y rica en detalles, donde la iluminación está cuidada y destaca igualmente el carácter orgánico de las texturas aplicadas a los personajes. La animación por su parte está desarrollada de forma muy profesional, y merece una mención especial, teniendo en cuenta que se trata de una animación 3D,  el grado conseguido de elasticidad y deformaciones necesario para lograr el nivel de slapstick que caracteriza al humor del largometraje, y que lo acerca al nivel de locura y expresividad de los Looney Tunes y Merrie Melodies de la época dorada de la Warner. En este sentido, la película es visualmente un placer para los que nos reíamos con las actuaciones de Bugs Bunny, el pato Lucas, Porky y compañía.

Lo mejor: un estilo de animación que recuerda a la época dorada de los dibujos animados de la Warner, léase Looney Tunes y Merrie Melodies.
En contra: haber partido de una historia de fondo ya explorada y trufarla con un exceso de diálogos insulsos y poco ingeniosos.

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