viernes, 17 de noviembre de 2017

El Malvado Zorro Feroz

"El Malvado Zorro Feroz" de Benjamin Renner y Patrick Imbert se alza como otra pieza imprescindible del cine de animación, que demuestra que sus realizadores, además de saber manejar a la perfección los resortes del humor y de las emociones, respetan como nadie el valor artístico exclusivamente propio de los dibujos animados frente a otras expresiones cinematográficas, algo que nunca debería perderse de vista. La película pudo verse en preestreno en El Meu Primer Festival, donde recibió el cálido y alegre reconocimiento del público más joven.


Basada en el cómic homónimo de Benjamin Renner, la película - cuyo título original es "Le Grand Méchant Renard. Et autres contes..." - presenta tres fábulas, a cuál más hilarante, que se desarrollan en torno a una granja en la campiña. En la primera de ellas, un trío formado por un sensato cerdo y un conejo y un pato que compiten en irresponsabilidad e incompetencia - en una genial traslación del Pierrot y los Augustos -, deben hacer la entrega de un bebé del que se ha desentendido la cigüeña que debía llevarlo a su hogar, y pasarán por todo tipo de enredos que pondrán en peligro el buen término de su misión. En la segunda, un zorro roba los huevos de una gallina para comerse a los polluelos cuando crezcan, sin esperarse que cuando nazcan le tomarán por su mamá y acabará cogiéndoles cariño, mientras las gallinas preparan un ejército para darle su merecido. Y en la tercera historia, el trío formado por el cerdo, el pato y el conejo vuelve a escena para protagonizar una escena navideña en que el pato cree haber matado a Papá Noel y decide asumir su responsabilidad repartiendo por su cuenta los regalos para que ningún niño se quede sin ellos, arrastrando en su empresa a sus dos compañeros de viaje.


Ternura y risas sin igual distinguen a cada una de las historias de la película, cuyos protagonistas invaden con mucha simpatía la cuarta dimensión al dirigirse al espectador como intérpretes de una obra de teatro que se está representando tras un enorme telón carmesí, en lo que constituye un inteligente recurso para unir un episodio con el siguiente y ganarse más, si cabe, el corazón y la atención del público.
Recuperando el mismo estilo gráfico de "Ernest et Céléstine" los personajes y los fondos adquieren la amable tonalidad de unos senzillos trazos de lápiz y colores a la acuarela, que ponen de manifiesto el especial cuidado artístico puesto en la realización del largometraje. Ni más ni menos que alrededor de 900 fondos fueron dibujados uno a uno, a veces en digital y otras veces directamente de forma manual, para la película bajo la supervisión de la pareja de artistas Zyk y Zaza, que ya trabajaran en la producción de 2012 y que estuvieron esta vez en El Meu Primer Festival para mostrar su trabajo.
El slapstick y la acertada animación de los personajes, que en su sencillez son capaces de expresar toda la potencialidad de las escenas, subrayan el carácter irremisiblemente cómico de esta película que hará las delicias tanto de los pequeños como de los mayores. En la animación de cada uno de los pobladores de la granja hay un guiño innegable a aquellos dibujos de los Looney Tunes que antaño nos alegraban frente al televisor, desde Bugs Bunny al Coyote, pasando por el gallo Claudio, el pato Lucas o el cerdito Porky.

Lo mejor: el innegable trabajo artístico puesto al servicio de unos gags hilarantes
En contra: la estructura episódica le otorga cierta irregularidad, marcada por el carácter algo más flojo de "Una Navidad Perfecta" frente a las dos anteriores

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