miércoles, 22 de noviembre de 2017

Pablo Castrillo nos habla de "Dragonkeeper"

Pablo Castrillo, uno de los guionistas de la película "Dragonkeeper" - que adapta el primero de los libros de la celebrada serie de Carole Wilkinson en la mayor coproducción entre España y China -, estuvo en la última edición del Mercado 3DWire, donde compartió detalles del estado en que se encuentra el proyecto y mostró imágenes del arte conceptual y las animáticas desarrolladas para el mismo.


"Dragonkeeper" es una coproducción de Dragoia Media, Movistar Plus, Atresmedia Cine y China Film Animation (dependiente de China Film Group) donde se plantea un reto de multiculturalidad evidente: la escritora de la novela es australiana, los promotores originales del proyecto son españoles,  el universo de la ficción es chino y los socios son también chinos. El guionista destacó la importancia de la colaboración con China, porque el potencial de crecimiento del mercado de China es espectacular. Según Pablo Castrillo: "Es verdad que el crecimiento se ha ralentizado un poco en 2016, pero también ha habido consecuencias positivas de esa ralentización: entre otras, una mayor apertura hacia los estrenos extranjeros, que han visto aumentada su cuota. Y para 'Dragonkeeper', la gran ventaja de trabajar en coproducción con China es que se va a tratar de un estreno nacional tanto aquí como allí, por lo que la película no estará sujeta a la cuota de estrenos extranjeros". En todo caso, ello ha supuesto un workflow complejo al no existir una presencia física constante:  el equipo lleva trabajando desde el principio, cuando se comenzó hace unos años, constantemente a través de Skype y aplicaciones de la nube, e Ignacio Ferreras, el director de la película, está en otra parte del mundo, mientras que los productores están en Madrid.
El escritor define la historia como "un viaje épico de una niña que inicia su andadura como esclava en una fortaleza del imperio chino, y acaba viajando a través del mismo para ayudar a un dragón a llevar a cabo una causa noble, siendo perseguidos por la guardia imperial y algunos antagonistas más siniestros". Pablo Castrillo añadió que"uno de los factores que me enamoró de la novela original fue el crecimiento de la protagonista: es un personaje joven que alcanza una madurez, un grado de conexión emocional, muy poderosos".


¿Qué fue lo que le llamó la atención de la novela a Manuel Cristóbal para conservar los derechos sobre ella durante tantos años y llevarla al cine?
Lo hemos hablado con él muchas veces. Sé que le emocionaba el personaje protagonista: Ping es realmente un personaje enternecedor por cómo descubre el mundo. Ella empieza su historia siendo una esclava en una remota fortaleza del imperio chino y, por primera vez, al iniciar el viaje de la película, abandona ese lugar donde ha nacido y esa mirada inocente de cómo va descubriendo el mundo era muy cautivadora ya en la novela. Por otra parte me consta también que a Manuel le gustaba mucho la relación entre el dragón y la niña: es una relación que tiene un punto de padre-hija, tiene un punto de maestro y aprendiz, y sobre todo son dos seres que tienen una visión del mundo diferente. Y cómo van aprendiendo a trabajar juntos, aprendiendo a compenetrarse, y logran, conforme avanza la película unirse más y más, me parece a mí que en la novela, y espero también que en la película, alcanza un impacto emocional muy atractivo.

Por el tema, por la relación que se plantea y por la ubicación donde se desarrolla podría recordar de algún modo a películas de Miyazaki o del anime japonés que contemplan este tipo de historias; y sin embargo se observan desde un punto de vista occidental ¿cómo se efectúa este traslado de la mirada occidental a la tradición oriental?
Bueno, en realidad es un punto de vista chino, y por ello hemos querido realizar la película con China: para que no sea fruto de que unos occidentales han querido hacer una película imprimiendo su visión a una historia que es china. Y en eso nuestra colaboración con nuestros socios de China Film Animation ha sido crucial, porque ellos contribuyen a ese punto de vista y a ese entendimiento de su propia cultura y mitología que es fundamental para que la película funcione y para que tenga una visión no estereotipada de esos elementos de la cultura china. Entiendo que se pueda establecer una relación con el cine de Miyazaki, pero con Japón tiene poco que ver porque la cultura china y la japonesa, que para nosotros pueden caer bajo el paraguas oriental, son muy diferentes y tienen visiones muy distintas de muchos asuntos.
Carole Wilkinson, aun siendo occidental, tiene un gran amor por la cultura china, la ha estudiado mucho. Hemos compartido algunas de las referencias de su fase de documentación (libros sobre mitología, la cultura y el folklore chinos..), y ella misma narra la historia desde una perspectiva interna a la cultura china en la medida en que eso puede hacerse no siendo chino. Eso, complementado después con las aportaciones de nuestros socios de China Film Animation hace que la visión no sea un cliché en ningún caso, y que no sea una visión estereotipada de la cultura china sino una historia narrada desde dentro mismo de la cultura china.
En cualquier caso es una película genuinamente china que al mismo tiempo tiene que funcionar muy bien para el mercado internacional, y ahí estará el foco de nuestro esfuerzo en términos de la multiculturalidad del proyecto. Hemos querido insistir en una visión absolutamente universal, internacional, lo que ha llevado a integrar algunos esquemas narrativos más propios de la tradición occidental junto a los más propios de la tradición china, tensando un poquito la cuerda para que sea posible llegar a una coincidencia en la que cada decisión que se tome funcione tanto para la audiencia china como para la audiencia del resto del mundo.

¿Cómo habéis buscado expresamente la universalidad de la película para que no sea sólo para el público chino?
Yo creo que a través de los personajes y de nuestra relación emocional con ellos, la de los creadores de la película pero también de la audiencia en general. Me parece que ese es un lenguaje que es absolutamente universal: sufrir con un personaje, sentirse aliviado con un personaje.. y me parece que ahí es donde, sin idiomas concretos, se habla un lenguaje universal. Yo espero y deseo, y estoy bastante seguro de que cuando la película termine y lleguemos a "The End" en cualquier sala de cine, me da igual en Beijing que en Madrid, la sensación interna de la audiencia será la misma: la sensación de haberse sentido inspirado, de haber disfrutado, de haberse hasta cierto punto enamorado de un personaje y de haber deseado lo mismo que él con la misma intensidad durante toda la película. Eso será lo que hará que la película sea universal.
La película tiene una vocación de internacionalidad evidente: el idioma original del guión es el inglés, y trabajamos siempre con traducciones al chino, pero queremos que funcione en China sin que deje de ser atractiva para cualquier otro lugar.

Vuestro equipo de guionistas está formado por hasta cinco personas: el director Ignacio Ferreras, tú mismo, Rosanna Cecchini, Carole Wilkinson y Xiamping Wang. ¿Cómo os habéis organizado?
Hay una adaptación inicial muy temprana de la película que, en el momento en que entra la visión de Ignacio y Rosanna, cobra una nueva identidad: la película madura y crece como proyecto. Evidentemente todo eso teniendo siempre en cuenta a Carole porque ella escribió la novela y hasta cierto punto es imposible pretender escribir una historia sobre su novela sin contar con ella. Y finalmente la contribución de Xiamping Wang es fundamental también en la medida en que aporta esa visión china a un proyecto que tiene que ser en buena medida chino.
El guión ha ido creciendo como por capas: después de la adaptación inicial, antes de que el proyecto entrara en desarrollo propiamente hablando, más bien es como si la visión de Ignacio, con Rosanna muy de cerca, fuera el pilar central de la adaptación, y en torno a eso contribuye como por capas la visión de los demás. La mía propia, pero también la de Carole y la de Xiamping Wang.
La organización ya ha sido más caótica. En distintas fases ha habido distintas formas de trabajar: obviamente ha habido mucho e-mail y mucho Skype, también muchos viajes a China, reuniones en Madrid... Las fases iban variando.

En su exposición ante el público de 3DWire, Pablo apuntó al hecho de que Ignacio Ferreras y Rosanna Cecchini han sido una parte fundamental del desarrollo del guión, lo que explicaba según su teoría personal de que en animación (quizás también en otras producciones, pero sí más intensamente en animación) la visión del director es absolutamente crucial para darle unidad al proyecto , porque es el ojo o la mente del director la que irá unificando todas esas palabras que los guionistas inicialmente ponen en negro sobre blanco. Según explicó el guionista: "Al ser el material de origen una novela infantil-juvenil cabía la posibilidad de mantenerse en ese mismo nivel de discurso, pero nosotros lo que queríamos hacer era elevarlo un poquito para hacerla un poco más madura". Y añadía: "La novela es fantástica sin ninguna duda, pero está un poco enfocada para niños, y nosotros queríamos universalizarla un poco para convertir la producción en una película familiar de verdad y no en una película para niños que pueden soportar los padres, que es lo que puede pasar en otras ocasiones.  El personaje sufre, aunque ese elemento se contrarresta también con situaciones de alivio cómico, porque es una película familiar".
También apuntó a que, conforme se avanzaba escribiendo el guión, siempre fue muy importante el input de la autora de la novela, Carole Wilkinson, que aportó también sus ideas y sus inspiraciones. Según Pablo: "Aquí se produce siempre un fenómeno habitual que es que el autor o autora de la novela aspira a proteger la novela, mientras que en las adaptaciones a la pantalla, parte del proceso implica destrozar la novela. Ello crea un proceso de tensión y distensión, alternativamente, al final del cual hemos llegado a una versión del guión actual, que podría ser la final, que consigue mantener el espíritu interno original de la novela y su impacto y al mismo tiempo adaptarla a una estructura narrativa que funcione en la pantalla".
Según el invitado de 3DWire, la realización de la animática supuso un diálogo entre la palabra escrita y la imagen que permitió lanzar ideas sobre el guión, comentar secuencias que funcionaban y otras que no, y llegar a alguna situación en que se le proponía alguna línea o modificación de guión a Ignacio, sobre la que ha menudo Ignacio no se pronunciaba hasta que lo pudiera ver dibujado. "Ignacio es una persona que escribe dibujando en todas las fases del proceso y ha habido muchas veces en que el guión se ha escrito 'al revés': del dibujo a la palabra, en vez de la palabra al dibujo. Ese feedback entre el dibujo y la palabra ha permitido ir creando una narrativa cada vez más sólida", según Pablo.

El desarrollo visual inicial de la película lo llevó a cabo Sergio Pablos desde The SPA Studios. ¿De qué modo te ha condicionado o influenciado el arte conceptual e ir conociendo a los personajes?
En este caso, aunque no sé si es así siempre, me parece que el desarrollo visual de los personajes encarnó a la perfección lo que estaba escrito en la novela y en las sucesivas versiones del guión. Dicho de otra manera, cuando aparecieron los primeros diseños de personajes para mí no fueron ninguna sorpresa: fueron más o menos, por no decir exactamente, lo que todos llevábamos viendo en nuestras mentes desde hacía bastante tiempo.

Según Pablo Castrillo, desde The SPA Studios fueron muy generosos con ellos a lo largo de esa etapa inicial, y les ayudaron verdaderamente a poner en marcha el proyecto, puesto que a la hora de enseñarlo y conseguir socios es muy importante la identidad visual.

En tu background profesional has trabajado sobre todo en películas de imagen real, trabajando en productoras como The Combine (Matar al mensajero, El Fundador) y Kurtzman & Orci (Sleepy Hollow, Now You See Me). ¿Cómo ha sido tu incursión en el cine de animación?
Sí, pero de todos modos yo he trabajado en cortometrajes y en desarrollo de películas de imagen real fundamentalmente, porque largometrajes producidos o escritos por mí en imagen real no hay ninguno. Yo argumento que al menos en la fase inicial de adaptación nada cambia, porque en ese momento se puede escribir una historia independientemente de para qué medio, entendiendo que es un lenguaje visual que luego podrá ser imagen real o animación, y entendiendo también que es un lenguaje dramático, que da igual que sea para imagen real o para animación. Ahora, conforme el proyecto crece y se va desarrollando visualmente y el director empieza a dibujar la película... entonces ya sí la escritura empieza a variar porque tiene que ser fiel a esa imagen y a esa visión. Pero en la fase más inicial se trata simplemente de contar una historia.
En las fases más avanzadas lo más importante en mi opinión es conseguir unificar el lenguaje que está escrito en palabras en la página con la visión del director, y sinceramente creo que lo hemos conseguido porque hemos trabajado codo con codo.
Llega un momento en un proyecto de una película en el que todas las personas que trabajan en él, desde el productor hasta el director, el guionista, quien sea.. están ahí para servir al proyecto y para conseguir que el proyecto sea el fruto de aquella visión que se ha unificado después de mucho hablar sobre ella, mucho trabajar y mucho pensar.


Agradecemos a Pablo Castrillo su buena predisposición para la entrevista y, por supuesto, nos manifestamos ansiosos de ver el resultado de su trabajo y del de todo el equipo de la película en "Dragonkeeper".

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