lunes, 12 de febrero de 2018

La Abeja Maya: Los Juegos de la Miel

La simpática abeja Maya vuelve por segunda vez al cine en una nueva producción germano-australiana de los mismos estudios que recuperaron el multicolor universo del personaje a partir de la serie japonesa para devolverlo a sus raíces alemanas. En esta ocasión, Maya y sus amigos se ven envueltos en una competición que va a demostrar la fortaleza de la amistad y del trabajo en equipo en  una aventura dirigida a los más pequeños que se mantiene fiel al espíritu de buenas intenciones que tan querida hizo a la serie.


La colmena de Maya se encuentra ultimando su cosecha de verano cuando un funcionario procedente de Buzztropolis llega con un importante mensaje para la Reina: la Emperatriz exige que contribuyan a los Juegos de la Miel - una competición deportiva a la que los habitantes de la Colmena de la Amapola no están invitados a participar - con la mitad de la miel que han producido. En contra de la voluntad de la Reina, Maya decide viajar a Buzztropolis para intentar cambiar la petición de la  Emperatriz, pero sus ruegos terminan en un bochornoso accidente que ofende a la regente, que decidida dar un escarmiento a Maya, le ofrece un trato: la colmena de Maya puede competir en los juegos, pero si pierde, perderá también toda la miel. Maya se muestra decidida a ganar los Juegos de Miel y salvar a su colmena, pero el equipo que supuestamente debe ayudarle a conseguir la gesta no parece muy motivado, y el equipo de Buzztrópolis, con la abeja Violet a la cabeza, no se lo pondrá nada fácil.
No hay sorpresas ni riesgo en el tratamiento que la película da a los personajes y a la historia en la nueva aventura que viven Maya y sus diminutos compañeros, y en este sentido el joven público se encontrará con todo aquello que se ha hecho querer desde que las aventuras de la abeja fueran adaptadas en la célebre serie japonesa: un diseño de personajes muy parecido al de aquella  y universos con formas suaves llenos de luminosidad y colorido, al servicio de unas aventuras rebosantes de buen corazón donde la amistad y el compañerismo triunfan sobre todo, donde puede haber bondad en el fondo de cada uno y en las que toda criatura, por diferente que sea, está llamada a ejercer un papel importante según sus habilidades.

Lo mejor: volver a encontrar a la abeja Maya de siempre.
En contra: tanta miel puede empalagar.

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