miércoles, 9 de mayo de 2018

Sherlock Gnomes

Si en la primera entrega, Sir Elton John quiso llevar la tragedia "Romeo y Julieta" de William Shakespeare al mundo de los enanos de jardín en un relato que transpiraba ciertos momentos de inspiración y buenas dosis de diversión, en esta ocasión nos encontramos con que son las páginas de las detectivescas novelas de Sir Arthur Conan Doyle la excusa para reencontrarse con las pequeñas figuras de cerámica, aunque relegadas ahora a ser meras comparsas en una ligera cinta que se articula en torno al ego del afamado investigador.


Los gnomos Gnomeo  y Julieta acaban de llegar a Londres con sus amigos y familiares, y su principal preocupación consiste en preparar su nuevo jardín para la primavera. No obstante, no tardan en descubrir que alguien está secuestrando gnomos de jardín por toda la ciudad. Cuando Gnomeo y Julieta vuelven a su jardín y descubren que todo el mundo ha desaparecido, solo hay un personaje al que pueden recurrir: Sherlock Gnomes, el famoso detective y protector de los gnomos de jardín de Londres, dispuesto a investigar el caso junto a su acompañante Watson. El misterio arrastrará a los protagonistas a una nueva aventura en la que conocerán a otras figuras ornamentales y explorarán el lado desconocido de la ciudad en busca de pistas que les lleven a descubrir el paradero de los gnomos desaparecidos.
Despojada ahora del punto de originalidad de la primera propuesta, "Sherlock Gnomes" es una aventura sin demasiadas complicaciones destinada sobre todo al público infantil que apela a prescindir de egos y a apreciar el esfuerzo y colaboración del eventual compañero o pareja (pues tanto Watson como Gnomeo sufren cada uno a su manera el desdén de sus contrapartes), en la que los jóvenes y adultos podrán, empero, reconocer escenarios y líneas argumentales de varios de los casos más célebres ingeniados por Conan Doyle para el detective más famoso de Londres, que son recorridos en la búsqueda de pistas tras los gnomos desaparecidos. Así, veremos al "mayor detective ornamental" perseguido por un sabueso que pertenece a los Baskerville, acercarse a la Traitor's Gate de la Torre de Londres o jugársela en unas cascadas, entre más guiños a las crónicas del investigador inglés. También veremos a una Irene Adler personificada en una independiente y despechada muñeca, y por supuesto no ha de faltar el perverso archienemigo de Sherlock, el profesor Moriarty, que en la película está encarnado en un singular muñeco con forma de tarta. Fuera de ello, la sucesión de aventuras resulta imparable pero poco sorprendente, y la participación del cúmulo de gnomos procedentes de la primera entrega resulta hasta cierto punto banal más allá de su presencia como mera excusa para entroncar con la franquicia, incluso en lo que se refiere al protagonismo marginal de Gnomeo y Julieta, hasta el extremo de que la película hubiera funcionado igual si en vez de gnomos de jardín hubiera habido otros personajes.



Sin duda uno de los aspectos más destacables de la secuela bajo el punto de vista de este blog se encuentra en la animación de los personajes, de la que se ha encargado esta vez principalmente el estudio Mikros Image bajo la dirección de Eric Leighton. En efecto, la animación sorprende gratamente por su atención a la expresividad de los personajes, llevada al extremo de transmitir convincentemente con sus gestos y movimientos faciales sus motivaciones y sentimientos, más allá de lo que pueden expresar con palabras. Sumad a ello las creativas secuencias en 2D con las que de vez en cuando se ilustran las ensoñaciones o explicaciones del detective Sherlock, con referencias incluso al imaginario de M.C. Escher, y veréis porqué es una película que visualmente - como plus añadido a una convencional y divertida película de aventuras - puede hacer pasar un buen rato.

Lo mejor: el apartado visual y de animación
En contra: demasiados enanitos de jardín para una película en la que no tienen un papel real que desarrollar.

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